Dicen que para
todo hay una primera vez y así fue. Hará aproximadamente dos meses que terminé
un trabajo que desde que empecé a manejar una cámara sabía que me gustaría
realizar, uno de esos trabajos en los que juntas dos tipos de arte como es, por
un lado el musical, y por otro el audiovisual.
El pasado mes
de julio tuve la suerte de poder exponer mi primer videoclip, y todo gracias a
la confianza que depositó en mí Isaico de Maimona, un cantautor santeño al que
desconocía pero que en realidad da gusto saber que hay gente así cerca de tu
entorno. Poniendo como tema una rumba propia suya, le sugerí una idea que se me
vino a la cabeza y por la cual enfocaríamos el videoclip.
Lo cierto y
verdad es que el tiempo del que disponíamos y en el que se realizó todo el
trabajo, y las circunstancias de toda persona que colaboró para que esto se
llevase a cabo no dio los frutos esperados. Resultó bastante complicado
compaginar a tanta gente en un sitio y hora adecuada, además de atender a otras
labores tanto de Isaac como las de un servidor. Aún así agradecemos a todos
aquellos que se acercaron a echar una mano en la faena.
Todo esto,
unido a que la exposición del trabajo debía acometerse en una fecha temprana,
nos hizo acabar una obra que poco tenía que ver con lo que esperásemos que
fuese. En cualquier caso lo hecho, hecho está, y como primera experiencia me
encantó, aprendí como suelo hacer siempre y aquí está la pieza que preparamos.
No espero que les entusiasme pero en ningún caso voy a esconderla.
¡¡¡¡DISFRUTEN!!!!
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