martes, 21 de marzo de 2017

ELLA

Si la semana pasada os mostraba mi último cortometraje, hoy me gustaría publicar una nueva entrada, esta vez con  fotografías en un día muy especial para una de esas personas que mientras más conoces, más admirable te resulta. Fue su 53 cumpleaños, pero ya me gustaría ver a muchas adolescentes mantener la mitad de su fuerza y energía en el día a día, y siempre identificándose por su buen humor y por mostrar su mejor cara por muy mal carácter que tenga aquel o aquella a la que se dirige, y digo esto porque yo soy una de esas personas que en ocasiones actúa de tal manera. No es que fuese un gran día para ella por todo lo que le regalamos, pues dentro de mi casa lo material siempre nos ha llenado menos que un  buen gesto o cualquier detalle personal.


Cómo no, fue un día de trabajo como tantos otros en los que ella no para, pero sé que el mejor regalo que se le puede hacer es el de estar presentes delante de la mesa durante la cena todos juntos, y cómo no, riendo y comentando las experiencias del día. Quise quedar plasmado en imágenes este día y de ahí salieron las fotos que os muestro, pues aunque ella no lo crea, yo siempre me acuerdo de los míos por muy lejos que esté y por muy lejos que me tenga que ir ahora o en un futuro.

Seguramente pronto tenga que dejar mi casa de nuevo y separarme de los míos, pero aunque ella no lo crea, yo no olvido de dónde vengo, ni olvido a los que me han rodeado ayudándome a crecer y a hacerme la persona que soy, así que dudo mucho que sea capaz de olvidarme de ella.   No es que las considere mis mejores fotografías en cuanto a calidad y creatividad, pero qué mejor manera de publicar la primera entrada del blog en las que exhibo exclusivamente fotografías, que haciéndolo con estas que representan tanto para mí. 
                                               




No se me ocurre nada mejor que dedicarle esto a ella y aprovechar para darle las gracias por todo.

¡¡GRACIAS MAMA!!






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