IRISH LIFE

Para estrenarme como nuevo blogero he elegido como primer trabajo para mostraros mi último video: “Dejando huella: Irlanda”. Se trata de un video en el que recopilé algunos de los momentos que viví durante mi estancia en el pasado año 2016 en el país verde, un país del que no puedes evitar sentir esa sensación de vacío una vez que lo abandonas. 

El país donde experimenté lo que es realmente madurar y tener que buscar tú mismo, tus propios fines, los cuales necesitas para sobrevivir. Ese país donde conocí a nueva gente de diferentes países y del mío, y de los que realmente creo que no me olvidaré nunca. Ese país en el que empecé a viajar y a abrir mi mente a diferentes culturas, y que después de viajar me atreví a hacer un viaje al país vecino yo solo, sin ayuda de nadie. Ese país en el que existen más personas extranjeras que nativas, y en vez de generar conflictos entre unos y otros, se combinan diferentes culturas y se acaban haciendo amigos de cualquier parte del mundo. Ese país en el que el verde de la naturaleza invade todo y se hace presente la grandiosidad de cada paisaje. Ese país en el que las condiciones meteorológicas te hacen volver loco al principio, pero al final acabas adaptándote y sales de casa incluso lloviendo a cántaros. Ese país en el que más que en toda mi vida pronuncié la palabra “gracias” tanto en castellano como en inglés.

Por este tipo de cosas es por lo que no puedo evitar echar de menos ese periodo de tiempo, aunque haya supuesto estar tan lejos de mi casa, familia y amigos. Los que no me crean esperen a observar este vídeo en el que salta a la vista que los momentos de felicidad son muchos más que los momentos más duros y agobiantes por los que hay que pasar también. Disfruten del vídeo, pero ya lo anuncio desde el principio, en el contenido no se muestra siquiera la mitad de buenos momentos, ni la mitad de personas que conocí en este año. Disfrútenlo, yo ya lo hago cada vez que lo vuelvo a reproducir. Solamente decir de nuevo esa bonita palabra:

¡GRACIAS!